Como ya dejé entrever en mi último post, este fin de semana las cosas no me salieron cómo esperaba, y mi gran noche de fiesta en el H2Zone, se convirtió en un chasco tan grande como la cantidad de agua que cayó sobre el recinto.
He estado esperando hasta hoy para conocer la resolución definitiva de la organización, pero de momento sólo se puede encontrar en su web un primer comunicado oficial donde exponen las razones por las cuales que suspendió e indican que están estudiando la manera de llegar a un entendimiento con el público.
En él también se comenta un hecho que centra la mayor parte de las críticas de los asistentes al evento, el caos que el barro provocó en la zona del parking; situación de la cual dicen no tener conocimiento y que, por esa razón, no le pusieron remedio. Permitirme que dude de esto, porque ni el festival era tan grande ni el aparcamiento estaba tan lejos del recinto, además de que muchos miembros de seguridad se lo miraban riéndose desde las vallas.
Sinceramente, en un sentido amplio, tengo que felicitar al equipo de la organización porque montaron un festival muy interesante: medida justa, grandes nombres en cada uno de los tres escenarios y buen ambiente. Además, la zona donde se celebra es bastante curiosa, porque se trata de un pinar con más de un árbol en medio de las pistas de baile y alguna que otra mesa de picnic de piedra, donde poder descansar un rato si las fuerzas empiezan a flaquear.
Pero todo esto se fue al traste hacia las 12 de la noche, con más de 10h de fiesta por delante y los cabezas de cartel aún por pisar sus respectivos escenarios, cuando una intensa tormenta de verano cayó sobre nuestras cabezas y acabó inundando el recinto por completo; llevándose consigo todas las ilusiones que público, artistas y organizadores teníamos puestas en esa gran fiesta.
Completamente empapados, salimos cuando dejó de sonar el último tema de Spy y nos metimos en el coche a esperar que parara de llover, pero comprobamos con impotencia como el aguacero no cesaba hasta pasadas unas dos horas. Llegado ese instante, las posibilidades de volver a escuchar música esa misma noche nos parecieron ínfimas, así que pensamos que la mejor decisión era la de marcharse; decepcionados, pero aceptando que nada se podía hacer contra aquella lluvia.
Aquí es cuando vino el problema gordo. Ya me dio mala espina que nadie intentara mover el coche, además de que al caminar por el parking mi pierna acabó medio hundida en un par de sitios; pero no comprendí la magnitud de la tragedia hasta que, nada más darle un poco de gas, el coche no se movió y las ruedas giraron sin agarrarse, clavándose cada vez más en el suelo… ¡estábamos embarrados!
De primeras, tenía la esperanza de que se secaría por la mañana, pero esa idea rápidamente se me fue de la cabeza cuando vi a unos tractores sacando algunos coches. El terreno se estaba a removiendo aún más y sería imposible sacarlo sin empujar o remolcar. Empezaron pidiendo 20EUR, pero conforme pasaban las horas el precio aumentaba, y a mi me llegaron a pedir hasta 100EUR. Llamé al RACC para pedir ayuda, pero me comentaron que tenía que pagar un tractor y luego me lo abonarían presentando un recibo… a los 3 que pregunté, ninguno me lo quería hacer.
Entonces, intentamos empujarlo, poniendo las zapatillas y las cadenas de la nieve debajo de las ruedas, pero no se movía ni un centímetro y el olor a rueda quemada cada vez se hacía más notorio. Finalmente, a la 1 del mediodía del domingo (sí, ¡13 horas más tarde de que cerrara el festival!), pude salir de allí gracias a un buen samaritano que nos remolcó con su pequeño tractor y no pidió casi nada a cambio.
Después de vivir esa experiencia la verdad es que me quedan pocas ganas de repetir en este festival o cualquier otro tan expuesto a las inclemencias del tiempo. Creo que si se hubiese coordinado un poco la salida de los coches, nos hubiésemos ahorrado muchos problemas, y la gente no estaría con los ánimos tan crispados como lo están ahora.
Supongo que legalmente no están obligados a compensarnos, por eso de que ya transcurrió un % del horario; pero moralmente deberían tomar alguna decisión más favorable, porque si no cuidas al público que asiste a tus eventos, los que han hecho el esfuerzo a asistir en estos tiempos de crisis, te va a repercutir muy negativamente en el futuro.
Mucho me temo que el daño ya está hecho, porque se debería haber actuado en ese mismo instante, haber dado la cara en el parking; pero si se intenta dialogar entre las dos partes (organización-público), aún pueden salvar la reputación que han ido cosechando tras más de 5 exitosos años montando festivales tan buenos como Montagood y H2Zone.
:: BY Noctamina ::